La leishmaniosis canina

La leishmaniosis canina

En España, la prevalencia de esta enfermedad es muy elevada, ya que el clima mediterráneo del país favorece durante los meses cálidos la presencia de flebotomos. Es por esto que, una vez desaparecen, que es cuando bajan las temperaturas, es el mejor momento para realizar un sencillo test que asegurarnos de que su perro está libre de la infección. Si por el contrario da un resultado positivo, será necesario completar el diagnóstico con otras pruebas adicionales .

El control y la prevención son la clave para el control. La prevención se basa en dos pilares, insecticidas con acción repelente y la vacunación. Los insecticidas protegen a los perros de la picadura del flebotomo y también ayudan a prevenir la transmisión de la leishmaniosis a otros perros, reduciendo el número de picaduras, aunque no al cien por cien. La vacuna protege al perro desde dentro, y en caso de que el flebotomo llegue a picarle, reduce significativamente el riesgo de que el individuo llegue a desarrollar la enfermedad.

Es por todo esto que, dada la prevalencia de la enfermedad en nuestra zona, la mejor protección consiste en la combinación de los antiparasitarios adecuados y la vacunación.

Antes de vacunar por primera vez a un perro contra la leishmaniosis, es necesario realizar el test de diagnóstico de la enfermedad, para asegurarnos que está libre de la enfermedad, como antes hemos mencionado. Si el test sale negativo, se inicia la pauta vacunal, que el primer año consiste en tres dosis separadas entre cada una 3semanas, para continuar con una única dosis anual de recuerdo el resto de su vida.

Si por el contrario el paciente da positivo al test, se realizan pruebas complementarias para proporcionarle el tratamiento más adecuado a su situación. Hoy en día disponemos de tratamientos avanzados que aumentan notablemente las posibilidades de supervivencia y proporcionan una buena calidad de vida.